EL PODER DEL CORTOMETRAJE EN LA CLASE DE ELE
El cortometraje es una herramienta didáctica poderosa en el aula de español como lengua extranjera. Su brevedad, riqueza visual y carga emocional lo convierten en un recurso ideal para trabajar la lengua en contexto, promover la comprensión intercultural y desarrollar competencias comunicativas de manera significativa. Además, permiten abordar temas actuales, fomentar la empatía y generar debates en el aula, todo en pocos minutos.
¿Qué ventajas ofrece trabajar con cortos en el aula?
Desde el punto de vista pedagógico, los cortos ofrecen múltiples ventajas:
- Motivan al alumnado a través de historias breves, accesibles y visualmente atractivas.
- Favorecen el aprendizaje emocional y el desarrollo de la competencia intercultural.
- Permiten trabajar destrezas integradas (audio, expresión oral, escritura).
- Son recursos versátiles: se pueden usar como disparadores de conversación, apoyo para temas gramaticales o culturales, o como base para tareas creativas.
¿Cómo integrar los cortometrajes en una secuencia didáctica?
- Antes de ver: activación del conocimiento previo
- Hacer predicciones a partir del título o una imagen del corto.
- Comentar experiencias personales relacionadas con el tema.
- Durante el visionado: comprensión y atención al detalle
- Ver el corto en fragmentos con tareas de comprensión global y específica.
- Anotar palabras clave, emociones o comportamientos de los personajes.
- Después de ver: producción y reflexión
- Redactar una crítica o reseña del corto.
- Reescribir el final o imaginar una secuela.
- Representar una escena en parejas o grupos.
- Debatir sobre el tema del corto (inclusión, relaciones, decisiones vitales…).
¿Qué cortos funcionan especialmente bien en clase?
Aquí una pequeña nómina de cortometrajes que han funcionado especialmente bien en clase:
- Cuerdas (Pedro Solís): un emotivo corto sobre la amistad, la inclusión y la empatía. Tareas: describir a los personajes, escribir una carta a la protagonista, reflexionar sobre la empatía.
- Ian (Fundación Ian): basado en hechos reales, este corto animado visibiliza la lucha por la inclusión.
Tareas: escribir el guion del corto (no tiene diálogo), debatir sobre accesibilidad en su entorno. - Café para llevar (Patricia Font): una historia sobre relaciones, decisiones y el paso del tiempo. Muy útil para trabajar los tiempos verbales y la expresión de sentimientos.
Tareas: análisis del diálogo, dramatización del reencuentro, escribir el punto de vista de cada personaje. - El vendedor de humo (ESDIP): corto animado que permite reflexionar sobre las apariencias, la manipulación y el consumismo.
Tareas: análisis simbólico, reescritura del final, crear una historia paralela. - Un día en el parque: una historia del pasado contada por un abuelo a su nieto. Este corto nos permite un trabajo gramatical, pero sin olvidar el aspecto más creativo.
Tareas: visualizarlo sin voz y comparar la versión de los alumnos con el diálogo del abuelo. La sorpresa está garantizada.
¿Qué tener en cuenta para que la experiencia sea efectiva?
- Elige cortos adecuados para el perfil de tu grupo.
- Diseña tareas guiadas que inviten a la participación activa.
- Aprovecha la carga emocional para desarrollar pensamiento crítico.
- Promueve el trabajo colaborativo y la producción creativa.
¿Y ahora qué?
Si aún no has explorado el potencial del cortometraje en tus clases, este es el momento perfecto para hacerlo. Descubrirás no solo una herramienta pedagógica eficaz, sino también una vía para transformar el aula en un espacio más humano, reflexivo y motivador.
¿Qué cortometraje vas a llevar primero a tu clase?
Te leo en comentarios. ¡Compartamos recursos e ideas para seguir creciendo juntos!