Salamanca es conocida como la Ciudad Dorada por el tono cálido de la piedra arenisca de Villamayor que viste gran parte de sus edificios. Al atardecer, la luz convierte sus monumentos en un espectáculo dorado que enamora a quienes la visitan. Su tamaño facilita la vida diaria y permite disfrutar de la ciudad caminando. 

Caminar por sus calles, ver sus monumentos (las Catedrales, el Convento de San Esteban, la Universidad, el Palacio de Monterrey, la Clerecía o su famosa Plaza Mayor) y descubrir sus rincones (Huerto de Calixto y Melibea, la Casa de las Muertes, la Cueva de Salamanca, etc.) será una de las mejores experiencias de tu vida en una de las ciudades más impresionantes de Europa.

Su ubicación permite viajar fácilmente a ciudades como Ávila, Segovia, Toledo o cruzar la frontera hacia Portugal. El entorno natural ofrece rutas, paisajes abiertos y pueblos con encanto que completan una experiencia enriquecedora para cualquier visitante o estudiante.